En cualquier estudio o investigación donde se reflejan numerosas conductas que llevan al descontrol y ocasionan problemas de adaptación, aparecen los términos de abuso y adicción a las nuevas tecnologías y que normalmente se tienden a confundir independientemente del ámbito: abuso de sustancias, ingesta incontrolada de bebidas alcohólicas, realizar compras compulsivas, adicción al trabajo etc.
Actualmente, con el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria, facilmente se puede generar esta confusión, sobre todo por parte de los padres hacia el uso descontrolado de las diferentes aplicacaciones tecnológicas por parte de los menores. ¿ Qué diferencia existe entre el abuso y la adicción? ¿ pueden los menores tener adicción a las nuevas tecnologías? Como podemos observar es un tema que invita al planteamiento de diferentes cuestiones.
Cuando se habla del uso, hay que referirse al tipo de relación que le ofrece el menor a la tecnología, donde ni la cantidad de tiempo, ni la frecuencia, ni la manera de empleo ocasionan consecuencias negativas en la vida del menor.
No obstante, podemos decir que hay un abuso en el uso de las nuevas tecnologías cuando , bien por la cantidad de tiempo o la frecuencia, o por el tipo de uso, se empiezan a manifestar señales negativas para el menor y su entorno: cambios bruscos de humor cuando se le establecen límites en cuanto al uso de un video juego, síntomas de ansiedad cuando no contesta inmediatamente a un mensaje a través de una red social, bajo rendimiento en el ámbito escolar etc.
Además del uso incontrolado de las nuevas tecnologías, existen las conductas que reflejan una clara adicción. Estos comportamientos, que se manifiestan en un primer momento como actividades cotidianas, se van convirtiendo paulativamente en problemáticos para los menores que comienzan a desarrollar una adicción hacia ellas. En cualquier adicción aparecen tres elementos clave: tolerancia, abstinencia y dependencia.
Como podemos observar, la adicción a las nuevas tecnologías ocasiona numerosos daños tanto a nivel físico como a nivel psicológico. En el ámbito escolar, es necesario realizarse las siguientes cuestiones : ¿ qué relación tiene el abuso a las redes sociales con el fenómeno bullying? ¿ cómo puede afectar el uso incontrolado de las TIC en el acoso escolar?
Algunas respuestas se pueden encontrar en el siguiente vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=dpNtF_Y5a7w
Obviamente son preguntas complejas de contestar, pero la clave se puede encontrar en la educación en valores y en establecer límites en cuanto al uso de los diferentes elementos tecnológicos. Para ello, puede ser interesante ofrecerles las numerosas ventajas que se obtienen si existe un uso controlado de las nuevas tecnologías o por el contrario, los inconvenientes que se generan si el uso es inadecuado.
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Y sobre todo transmitir esos valores desde la infancia, educando para el autocontrol y el buen uso de las TICS para que no llegue a convertirse en abuso o adicción, ya que, como bien decís, llegado a este punto puede interferir negativamente en la vida de los niños, pudiendo afectar al rendimiento académico y a sus relaciones con los demás, ya que al tomarlo como un “juego” en el que todos participan y no asumen ninguna responsabilidad, se pueden dar consecuencias tan graves como las que aparecen en el vídeo. Por eso es importante que los padres detecten a tiempo las primeras señales de abuso y consulten a los profesionales para frenarlo y que no se llegue a convertir en dependencia ni derive en casos de acoso escolar.
Totalmente de acuerdo Yolanda. Por este motivo, la prevención es fundamental para que los padres puedan transmitir a sus hijos, además de valores como la empatía y el respeto, las capacidades de autocontrol a la hora de fijar límites tanto para la frecuencia como el modo de empleo de las TIC. Gracias por tu respuesta Yolanda