1.¿Dónde desarrolla su trabajo? ¿Cuál es su perfil profesional?
Soy Integradora Social y TAPDS (técnica en atención a personas en situación de dependecia). Actualmente trabajo en un piso tutelado de menores y en un centro de día de personas mayores.
2.¿Qué piensa del uso de las Nuevas Tecnologías en los niños?
Pienso que actualmente los menores tienen demasiados estímulos tecnológicos, ya sea porque los mayores les dejamos, a edades muy tempranas, tener acceso a las tecnologías o porque simplemente han nacido con ellas. En mi entorno laboral veo día a día como les afectan estas tecnologías y muchos de los menores se ponen agresivos cuando se les retiran los móviles, las tablets etc. Y eso que allí están acostumbrados a un tiempo específico y controlado para que las utilicen.
3.El acoso virtual es un fenómeno que cada vez está adquiriendo más fuerza entre el público infantil y adolescente, ¿por qué está sucediendo esto?
Voy a ser un poco cruel, pero creo que sobre todo la responsabilidad de este acoso la tienen los padres, ya que por ejemplo, el hecho de comprarle un móvil a un niño de 9 años lo puede empezar a exponer a este tipo de fenómenos (cosa que últimamente se hace mucho y cada vez a edades más tempranas). Y ya no solo los padres, si no los adultos en general, deberíamos pensar a qué edades es productivo que los niños tengan móviles o tablets y para qué pueden utilizarlas. También qué tiempo es bueno para ellos utilizar las tecnologías y enseñarles a disfrutar de otras cosas para que no generen en ellos adicción y los vuelvan vulnerables. Pero sobre todo, debemos enseñar a interiorizar valores a los pequeños, para evitar el ciberacoso entre ellos.
4.¿Son las redes sociales, internet y la tecnología las culpables de todo lo que está ocurriendo?
No creo que las tecnologías o las redes sociales sean las culpables, tan solo son herramientas que debemos aprender a utilizar, y en este caso, la sociedad en general, no ha sabido reaccionar a estos fenómenos. Con ellas nos exponemos muchas veces a los demás porque no acabamos de entender o no somos conscientes de hasta qué punto puede estar una persona expuesta. Por ejemplo, ahora nos ha dado por subir cada dos por tres fotos de lo que hacemos, con quién, dónde y cuándo. Pero esto, no es culpa de las tecnologías, podemos elegir hacer eso mismo de vez en cuando y no a todas horas. Entonces, si los adultos lo hacemos, ¿por qué no lo van a hacer los menores, que copian todo aquello que nosotros hacemos? De esta manera, es como también nuestros menores acceden a un mundo virtual que es a la par maravilloso y peligroso. Por lo tanto, en mi opinión, son nuestras decisiones y nuestras acciones, las culpables.
5.¿Cómo cree que se está abordando este asunto?
Muchos de los centros escolares tienen miedo a manchar su buen nombre y por ello tapan o encubren los casos, y, hasta que no entiendan que al hacer eso, empeoran la situación no solo de los menores agredidos, si no, la futura situación de la sociedad, no podremos avanzar más.
¿Qué clase de individuos estamos formando si eludimos los problemas del ahora?
¿Qué clase de sociedad estamos creando poco a poco en medio de tanta tecnología?
Son preguntas que me hago frecuentemente. La parte positiva es que estamos empezando a despertar. Ya hay muchos profesionales que se dedican a mejorar las actuaciones del acoso y del ciberacoso. Por otra parte, se está empezando a tener conciencia del gran problema que tenemos entre manos y por ello las entidades buscan información y a profesionales capacitados para ayudarnos y enseñarnos a abordar este asunto. Todavía tenemos mucho que aprender, sin embargo, podemos conseguir que las cifras de estos casos bajen.
6.¿Qué medidas deberían tomar los centros y el sistema educativo ante el ciberacoso? ¿Cómo cree que lo hacen?
Muchos centros y sistemas educativos tienen protocolos de actuación, otros no. Algunos de esos protocolos funcionan y otros no. Dependen de la implicación que los centros muestren ante esta problemática. Si se actúa a través de las emociones, con empatía y con ganas de ayudar a todos los implicados, creo que pueden funcionar muy bien. Pero desgraciadamente hay otros centros (no voy a decir que haya más de unos que de otros) que por no manchar su nombre se lavan las manos, y eso, solo empeora el problema. Este, es un problema humano, y como tal, hay que tratarlo.
Por otra parte, creo que una buena medida es que en los centros y sistemas educativos se debería tener acceso a formación para poder abordar el ciberacoso. Tanto para los profesionales que están día a día con los menores como para los padres. Y con ello, crear un sistema de inclusión, en el que ante este problema, tanto centro, como padres y menores actúen ayudándose los unos a los otros.
7.Si conociera que algún amigo o miembro de su familia está sufriendo ciberacoso, ¿cómo actuaría? ¿Considera que recibe formación e información suficiente para afrontarlo eficazmente?
Creo que tengo formación preventiva, pero no formación para actuar, por lo que buscaría profesionales para que me ayudaran a llevar la situación lo mejor posible. Es decir, para entablar contacto, con los menores agresores y sus padres, con el centro escolar y con el menor agredido, ya que considero este punto el más difícil debido a que hay personas que se niegan a ver la realidad.