Todos los adolescentes están esperando este día. Por fin han llegado…vacaciones de verano. Los días de sol, playa, mucho tiempo libre y diversión.
Dos largos meses por delante para realizar una gran cantidad de actividades y motivo de alegría para los niños, jóvenes y adolescentes.
Sin embargo, ¿el acoso escolar también se va de vacaciones?, desgraciadamente, en muchas ocasiones no.
El acosador que lo ha sido durante el curso escolar continúa en verano; y quien o quienes han padecido, continúan sufriendo: el ciberbullying también en verano.
Simplemente, este acoso adopta otra forma más persistente y agresiva: el acoso virtual o acoso a través de internet.
Inicialmente, aquel acoso que se originó presencialmente, desarrolló y creció en el curso lectivo, complementándose con el uso de las nuevas tecnologías, es sustituido de manera casi exclusiva por el acoso tecnológico: ciberbullying también en verano.
La respuesta a este comportamiento se debe a varias razones: los adolescentes disponen de más tiempo libre, utilizan más frecuentemente las redes sociales sin control de horararios y la ciberpersecución a la que someten a la víctima es más constante y continuada durante este período, incluso muy superior a la experimentada en el curso.
Precisamente, disponer de más tiempo libre supone que los agresores ideen e ingenien métodos más creativos y originales para acosar a su víctima, algo que los medios tecnológicos posibilitan y los adolescentes dominan.
Dedican más horas, miden los resultados de sus macabras acciones y buscan el mayor impacto y seguidores posibles en ese gran espacio y escaparate que es internet: el ciberbullying también en verano.
