El ciberacoso en las parejas jóvenes es más frecuente de lo que podemos imaginar y uno de sus detonantes suele ser la práctica del sexting, ya comentada en un artículo anterior, y totalmente normalizada entre ellos.
El intercambio de fotos, imágenes, vídeos de alto contenido erótico, posados claramente insinuantes o cargados de sensualidad, son comúnmente realizados entre las parejas como una demostración de su amor y deseo mutuos.
Sin embargo, estos comportamientos pueden conducir a situaciones altamente peligrosas para las chicas, si no conocen los riesgos a los que se pueden exponer, especialmente si rompen la relación y su ex – pareja no admite la ruptura.
En este caso, las menores pueden ser objeto de un ciberacoso y maltrato psicológico, mediante la difusión de comentarios ofensivos, insultos y amenazas a través de las redes sociales.
Pero en este ciberacoso, también se puede emplear aquellas imágenes o vídeos durante la relación para distribuirlos y chantajear a la víctima, filtrándolos en la red o dentro de los círculos más cercanos de los menores.
Sin embargo, el ciberacoso en las parejas jóvenes puede comenzar muchísimo antes, de manera muy sutil y al inicio o transcurso de la relación.
Los adolescentes son consumidores habituales de tecnología, mediante ella pueden conocer dónde está su pareja, qué hace, y con quién o quienes está hablando.
El ciberacoso en las parejas jóvenes se está incrementando poco a poco, como consecuencia de un mal entendido “amor romántico”, ya que los menores piensan que si no se produce este control en algunas de sus formas, es sinónimo de que no les quieren.
Aspectos tan “supuestamente inocentes” como espiar el móvil de la pareja o acceder a sus perfiles de las redes sociales, ya indican de que algo falla y debemos tomar medidas al respecto.
Estos hechos, atentan contra la autoestima e intimidad de las menores, que ni tan siquiera son conscientes de que están siendo objeto de maltrato.
Así pues, el ciberacoso en las parejas jóvenes es una problemática a tener muy en cuenta y en la que se hace necesaria la sensibilización entre los jóvenes y adolescentes y la prevención de la violencia de género a través de campañas elaboradas por diferentes profesionales especialistas en estas cuestiones y en el uso de las TIC.
