La autoestima y su influencia en la gestión de los conflictos

En la socialización van a surgir conflictos  poniendo en juego mecanismos internos de nuestra persona como puede ser  los esquemas mentales, nuestras creencias, y/o nuestra la escala de valores y por supuesto en la visión que tenemos de nosotros mismos. Todos estos elementos se relacionan con la autoestima.

Por tanto, ¿ cómo afecta la autoestima en la manera de resolver los conflictos? ¿ cuáles son los componentes más relevantes tenemos que tener en cuenta? ¿ cómo podríamos definir la autoestima?

Los componentes de la autoestima

La autoestima está relacionada con la actitud y la valoración que nos hacemos a nosotros mismos. Incluyen nuestra forma de pensar, sentir y actuar sobre uno mismo.

  1. Componente cognitivo:

Representación que cada individuo se forma acerca de su propia persona, y que varía con las diferentes capacidades psicológicas y cognitivas del sujeto. A partir de este componente se forjan las creencias, opiniones, percepción y los diferentes estilos de interpretación de los acontecimientos.

  1. Componente afectivo:

Sentimiento de valor que nos atribuimos que determina el grado en que nos aceptamos. Se identifica por la valoración que realizamos de nosotros mismos. Supone juicios de valor de nuestras propias capacidades.

  1. Componente conductual:

Este componente se encuentra relacionado con ciertas motivaciones que conducen a tener un determinado comportamiento. Está encaminado a buscar el refuerzo, el apoyo y el reconocimiento de los demás.

Por tanto según el tipo de interpretaciones, y el tipo de creencias que conformen nuestra manera de percibir los conflictos van a determinar la manera de solucionarnos.

El tipo de autoestima y los conflictos

Distinguimos entre dos tipos de autoestima que influyen en nuestras: la autoestima sana e insana.

Si se trata de una persona insegura seguramente subyace la existencia de una autoestima insana plasmándose la inseguridad en cualquier interacción humana. En el caso de que surgiera un conflicto, la persona con una autoestima insana tenderá a percepciones e interpretaciones basadas en el miedo, en la tristeza, en la incertidumbre generando conductas evitativas como la sumisión, no expresar lo que realmente piensa e incluso decir algo contrario a lo que realmente piensa.

También las percepciones e interpretaciones se pueden considerar como un ataque personal y pueden generarse sentimientos de rabia y frustración traduciéndose en conductas agresivas y desafiantes como elevar la voz, posición de enfrentamiento e incluso insultos seguidos de agresiones físicas.

Por el contrario, si se trata de una autoestima sana, implica conocerse y creer en nosotros mismos y ser capaces de argumentar nuestra idea desde la seguridad y confianza que a su vez ofrece credibilidad ante un conflicto. Este tipo de autoestima se refleja en conductas basadas en la asertividad como por ejemplo la fijación de límites, expresión de nuestra opinión desde la firmeza y desde el respeto sin intentar convencer a la otra parte o el dominio de habilidades como la negociación para llegar a acuerdos entre las partes del conflicto basados en la colaboración. De esta manera, se consigue que la relación se fortalezca y se generen emociones de serenidad y bienestar emocional.

Existen otros elementos como las emociones y los diferentes estilos comunicativos que también influyen en el tipo de afrontamiento de los conflictos que serán desarrollados en los próximos artículos.

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