Normalmente solemos observar desde el punto de vista psicológico que los menores introvertidos pueden ser más propensos en convertirse víctimas del acoso escolar. Como indica Gerardo Castillo Ceballos en uno de sus artículos publicado en “El Confidencial Digital: “El acosador “elige” a algún compañero-víctima que “desentone” de los demás, como pretexto para ser ridiculizado. Los “candidatos” a ser acosados tienen algunos rasgos de personalidad comunes, que constituyen factores de riesgo: falta de confianza en sí mismos; timidez excesiva; vulnerabilidad emocional y mucha dependencia del entorno familiar”. https://www.elconfidencialdigital.com/opinion/gerardo-castillo-ceballos/timidez-estigma-factor-riesgo-bullying/20170317182426108637.html
No obstante, debemos señalar que el menor no sufre por “ser introvertido/a” como si se trata de una patología, sino de todas aquellas creencias que se han generado sobre ella: los/as niños/as introvertidos/as son inseguros/as, se aislan en su mundo, son personas antisociales etc. La introversión tal y como la entendemos, choca con la imagen de la extraversión que se centra en la seguridad, en la capacidad para socializar con otras personas y en tener una personalidad fuerte. Por supuesto, se sobreentiende que un menor que sea extrovertido puede tener menor probabilidad a padecer acoso escolar.
La introversión es un rasgo de personalidad que en un estado equilibrado y adaptativo puede generar diferentes ventajas:
- Capacidad para observar y comprender todos aquellos estímulos de su entorno.
- Capacidad para la reflexión generando una personalidad profunda.
- Suelen ser personas con una gran habilidad para la escucha activa, lo cual les convierten en perfectos confidentes
- Selectivos a la hora de generar un vínculo emocional determinado, de tal manera que se suele crear la etiqueta que tienen problemas de “encajar” con el resto de personas.
- Independientes a nivel emocional dificultando que establezcan relaciones basadas en la dependencia.
- Creativos e innavodores ya que se centran en sus pensamientos y sentimientos.
Además, la timidez y la introversión se suelen confundir, lo cual incrementa que se convierta en un factor de riesgo para que se produzcan conductas de acoso en el ámbito escolar. En otro artículo de “Lomber Soluciones Cyberbullying”, plantearemos la diferencia entre los dos términos y generar pautas para que prevenir este tipo de conductas.