Como indican numerosos estudios las consecuencias que sufre la víctima tras el acoso (indistintamente del tipo) son devastadoras en distintas esferas de su vida: social, personal, laboral, escolar, física y psicológica. El eje principal de las consecuencias que sufre el sujeto afectado sería la ansiedad: la presencia de un miedo acentuado y continuo, de un sentimiento de amenaza. Pueden darse también otros trastornos emocionales como sentimientos de fracaso,impotencia y frustración, baja autoestima o apatía.
Por este motivo, el siguiente artículo pretende ofrecer las ideas clave de como es el proceso de recuperación de la víctima que ha sufrido durante un tiempo el acoso. Para iniciar este proceso, la persona debe tomar consciencia de lo sucedido y en función del grado de deterioro de su autoestima, plantearse acudir a un terapeuta especialista.
Existen diferentes tratamientos que se deben adaptar a las necesidades del usuario. Entre algunas intervenciones nos encontramos con la terapia cognitivo-conductual centrado en el acontecimiento traumático. Esta terapia se centra en trabajar los siguientes elementos:
- Análisis de pensamientos irracionales analizando las consecuencias emocionales y conductuales.
- Técnicas de reestructuración cognitiva: sustitución de pensamientos negativos por positivos que generen emociones adecuadas para la rehabilitación de su autoestima.
- Entrenamiento en habilidades de afrontamiento.
- Exposición gradual al evento traumático en imaginación.
- Habilidades de seguridad personal y autocuidado.
- Refuerzo de sus logros y cambios a corto plazo.
La terapia está centrada en la rehabilitación de la autoestima y en su fortalecimiento. Para ello, trabajar la autoconfianza y la autoseguridad basadas en las habilidades de afrontamiento asertivas son clave para una recuperación óptima.
Existen otras alternativas terapéuticas basadas en corrientes humanistas cuyo objetivo es trabajar la autoaceptación y la autorrealización que han sido dañadas por conductas de acoso. Tambien nos podemos encontrar con las técnicas basadas en Mindfulness que trata de mejorar la calidad de vida del paciente, puesto que se han comprobado sus buenos resultados en problemas como ansiedad, la depresión, las ideas suicidas y ciertos trastornos psicológicos.
Lo más importante es seleccionar aquellas técnicas que se van adaptar a la personalidad de la víctima para obtener la resiliencia tras la superación del acontecimiento vivido.