¿Cuáles son las consecuencias del ciberacoso en el menor?

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Soluciones ciberbullying

Las consecuencias del ciberacoso en el menor generan unos daños mucho mayores y más persistentes en el tiempo que el acoso físico; básicamente, por tres razones: la invisibilidad del agresor, el aumento potencial del número de espectadores y la falta de espacios seguros para la víctima.

Todos estos elementos generan que el menor víctima de ciberataques sufra una serie de alteraciones en su salud, cuyos efectos son claramente superiores a los que pudiera experimentar en el caso de un acoso físico o tradicional.

A corto plazo, algunos de los efectos a nivel emocional  del ciberacoso en la víctima, pueden ser una respuesta de estrés cuyo objetivo principal es superar la amenaza. Esa respuesta se manifiesta en ataques de ansiedad, de ira, acompañados de sentimientos de impotencia y frustración,  afectando negativamente a su autoestima y a su percepción de autoconfianza. En el aspecto físico, la víctima puede experimentar fuertes dolores de cabeza, intensas molestias en diferentes grupos musculares y también pueden aparecer problemas digestivos repercutiendo en su salud física. Además, estas consecuencias del ciberacoso en el menor, le pueden llevar a aislarse y disminuir el contacto con sus amigos, afectando a su rendimiento escolar.

A largo plazo, si la víctima sigue recibiendo este tipo de conductas abusivas probablemente pueda desarrollar trastornos emocionales y físicos. Pueden producirse cambios en la personalidad desarrollando un ( TAG) Trastorno de Ansiedad Generalizada, produciéndose comportamientos demostrativos de pánico; depresión que se traduce en conductas apáticas o una tristeza instaurada o incluso, en los peores casos, se pueden llegar a generar trastornos de personalidad. A nivel físico, se pueden desencadenar trastornos digestivos, fatigas crónicas, cefaleas intensas y repetitivas. El menor víctima ha estado expuesto durante tanto tiempo a humillaciones, burlas, amenazas que se ha producido un proceso de psicomatización: tanto su salud psicológica como su salud física están afectadas gravemente.

Por supuesto,  las consecuecias del ciberacoso en el menor también se manifiestan en las relaciones familiares, tales como sentimientos de incomprensión; pérdida de ilusión e interés por las relaciones con su entorno; abandono de sus amistades y alteración de la afectividad, como por ejemplo la anhedonía. En muchos casos, aparece la resignación transformada en sentimientos de indefensión aprendida, en una situación en la cual la única salida es el suicidio.

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2 Comentarios. Dejar nuevo

  • Muy buen artículo… muchas de esas conductas y consecuencias las pasé personalmente y es algo por lo que ningún menor debería pasar… Lo peor de todo es que en muchos casos, esos “síntomas” son visibles y muchos centros se lavan las manos para no manchar “su buen nombre”.

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    • Efectivamente Julia. Debemos conocer cuales son los indicios que refleja un menor que está sufriendo algún tipo de acoso ( escolar, virtual o ambos). Por eso es tan importante aplicar medidas de prevención y formación ya no solamente dirigidos a las familias, sino también a los centros educativos, concretamente a los profesores, figuras de autoridad que están en contacto frecuentemente con los menores en el ámbito escolar.

      Un saludo

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