La polémica del pin parental: ¿libertad educativa o intervención política?

En las últimas semanas hemos asistido a un intenso debate y que podemos enmarcar de la siguiente manera: la polémica del pin parental: ¿libertad educativa o intervención política?

Este pin parental es una medida propuesta por el partido político Vox, consistente en la autorización expresa de los padres a la participación de sus hijos en aquellas actividades, organizadas por los centros educativos, que puedan afectar o verse afectados temas tan controvertidos como los morales, sexuales o de conciencia.

Esta medida, obviamente, no ha pasado desapercibida, generando dos bandos claramente enfrentados. Por un lado, sus defensores argumentan que los padres tienen derecho a decidir sobre la educación moral de sus hijos y les permite así evitar el adoctrinamiento; mientras que los detractores se postulan en una línea profundamente contraria, y sostienen que esta herramienta vulnera ostensiblemente libertades fundamentales e impide una educación integral de los niños.

En cualquier caso, hay que aclarar una serie de aspectos sobre la polémica del pin parental: ¿libertad educativa o intervención política?

En primer lugar, la implementación del pin parental hace referencia a actividades que complementan las materias educativas centrales, desarrollándose la mayor parte en forma de talleres.

En segundo lugar, estas actividades complementarias se imparten en horario lectivo y han de ser aprobadas por el Consejo Escolar, órgano colegiado integrado por padres, madres, estudiantes, docentes y personal de administración y servicios a través de sus representantes.

En tercer lugar, y en consecuencia a todo lo anterior, son los padres custodios de los menores, quienes ejercen la patria potestad y, por tanto, ostentan la facultad de decidir sobre la educación y valores de sus hijos.

 

En conclusión, la polémica del pin parental: ¿libertad educativa o intervención política?, carece de sentido y obedece, más bien, a intereses políticos profundamente ideológicos y partidistas.

En este sentido, es bien sabido por todos que el derecho a la educación es un derecho fundamental, pudiendo los padres escoger la formación y educación que desean para sus hijos; ya sea en aquellos centros educativos que posean un ideario propio, en cuyo caso los valores, principios y postulados ya están claramente definidos (con lo que el pin parental no tiene fundamento alguno); y del mismo modo podemos decir con respecto a los centros públicos, que informan al inicio del curso sobre las actividades a desarrollar e impartidas por personal ajeno.

Entradas relacionadas

No se han encontrado resultados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Menú