Prevención e intervención ante el bullying: ¿ medidas eficaces?

Observamos en los medios de comunicación el aumento considerable del acoso escolar en niños y niñas  en edades cada vez  más tempranas.  También vemos la desesperación de las familias que no saben como actuar ante el sufrimiento de sus hijos que viven esta situación. Al menos, existen familias que saben y conocen la situación de acoso que vive su hijo o hija y aunque no sepan como hacerlo, piden ayuda tanto psicológica como judicial. Y por supuesto, piden explicaciones al centro educativo. Se forma una marea con distintos agentes socializadores ante una lacra que todavía no tiene solución. No obstante, las medidas que se aplican giran en dos conceptos clave: la prevención y la intervención.

¿ Qué tipo de prevención se realiza en los centros educativos?

¿ Cómo es la intervención que se realiza en los casos detectados de acoso escolar?

¿ Cuál es el papel del profesor tanto en la prevención como en la intervención?

¿ Cómo deben actuar las familias con sus hijos que son víctimas de acoso escolar?

Y los profesionales, ¿ estamos realmente especializados en la prevención e intervención en  casos de bullying y ciberbullying?

Existen protocolos que se activan en los centros educativos cuando se detecta casos de acoso escolar. También se realizan talleres formativos a los alumnos con el fin de sensibilizar a los menores de este fenómeno. Por supuesto, los padres también tienen la opción de recibir formación relacionada con la comunicación paterno-filial o el uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores. Además, los profesionales relacionados con el sector de la educación pueden realizar cursos variados sobre la temática del acoso escolar y el acoso a través de las nuevas tecnologías en menores.

Parece que se están tomando medidas de prevención e intervención de una manera adecuada. Sin embargo, las estadísticas parecen decir lo contrario.  Por tanto, ¿ son eficaces las medidas que se están aplicando en la actualidad? ¿ cuáles son los aspectos que debemos mejorar?

Es evidente que existen lagunas y carencias en los protocolos de prevención e intervención que se realizan actualmente. En el caso de la prevención, se aplican medidas muy generales en las cuales los menores conocen una mínima parte del fenómeno. Tampoco se realizan dinámicas atractivas en las cuales los menores puedan desarrollar aspectos tan importantes como la empatía o  las habilidades de afrontamiento.

Las medidas de intervención tampoco se salvan. Son medidas generalistas sin tener en cuenta las necesidades del menor y tampoco se realiza un seguimiento frecuente para saber como responde el menor víctima a la terapia y ver las mejoras a nivel psicológico.

Hay que ser consciente de que la prevención, la intervención y el seguimiento es un proceso que requiere de exclusividad profesional y sobre todo la elaboración de cursos formativos y  tratamientos personalizados requieren de costes económicos, temporales y emocionales.

Por supuesto todos los agentes socializadores deben tener una lucha en común: el bienestar del menor. Todavía nos queda mucho camino por recorrer.

Prevención e intervención

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