¿Cómo podemos conectar con nuestros hijos?

Siguiendo la línea de la temática expuesta en un artículo anterior: http://lomber.es/que-podemos-hacer-para-criar-correctamente-a-nuestros-hijos/ , esta vez nos vamos a centrar en una cuestión muy interesante y que complementa lo argumentado en el enlace descrito; es decir, ¿cómo podemos conectar con nuestros hijos?

Así es, la crianza y educación de los hijos es una preocupación enorme y especialmente preocupante en muchos hogares y familias, sobre todo cuando procuramos estar presentes para ellos, pero este deseo dista mucha de la cruda realidad, ya que muchas veces no podemos brindarles este tiempo de calidad que nos gustaría.

Por tanto, la pregunta que nos planteamos ante esta situación es obvia: ¿cómo podemos conectar con nuestros hijos?

 

Es indudable que existen muchas recetas, a cual más ingeniosa y elaborada, pero lo que sí es cierto es una serie de premisas que debemos tener presentes, y aplicarlas siempre que nos sea posible:

En primer lugar, debemos escucharles. Algo tan importante y esencial como esto muchas veces lo olvidamos o descuidamos. Los niños necesitan saber que sus padres se interesan por las cosas que les preocupan, interesan o simplemente muestran curiosidad.

En segundo lugar, tenemos que enseñarles a tolerar y gestionar la frustración. Este punto es esencial para su buen desarrollo cognitivo y emocional.

En tercer lugar, los niños necesitan gestos de afectividad amorosa, contacto físico y estimulación. Estos elementos son fundamentales para que sepan sentir y reconocerse a sí mismos.

En cuarto lugar, es fundamental la comunicación y expresión de los sentimientos. Los niños han de verbalizar lo que les gusta, rechazan, aceptan o desean. Sólo de esta manera serán capaces de desarrollar una autoestima sana, seguridad y confianza en sí mismos.

Por ello debemos fomentar la comunicación en el seno de la familia, alimentando lo maravilloso y extraordinario que es sentir expresarse con libertad, sin censura, reproche o sanción alguna.

En quinto lugar, debemos tener en cuenta la creación de unos hábitos de conducta, reglas sencillas y pautas generales. De esta forma, el menor tendrá normalizados unos ritmos diarios, que le ayudarán enormemente a crearle una seguridad y una presencia familiar regular y sostenida en el tiempo.

 

En definitiva, todos estos pasos nos ayudarán a resolver esa recurrente pregunta: ¿cómo podemos conectar con nuestros hijos?, lo que repercutirá en beneficio de nuestro bienestar emocional y, sin duda, en la de nuestros niños.

 

 

 

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